Los discursos del odio van en aumento en nuestra sociedad y es un fenómeno con la capacidad para incitar a la violencia, socavar la cohesión social y la tolerancia, y causar daños psicológicos, emocionales y físicos a través de la xenofobia, el racismo, el antisemitismo, el odio contra los musulmanes y otras formas de intolerancia y discriminación. No lo decimos solo nosotros, literalmente, así lo explica la UNESCO en su página web.

Lo cierto es que lo que encontramos en las aulas es un reflejo de lo que pasa en el mundo y, a veces, los equipos docentes nos vemos en la obligación de lidiar con situaciones que van más allá de impartir nuestras clases cada día. La educación es fundamental para combatir el odio y las escuelas deben ser una parte activa en la educación en el respeto y la tolerancia.

De hecho, hace unos meses, la UNESCO organizó una conferencia de ministros de Educación con el objetivo de movilizar y reforzar el compromiso de los Estados miembros para contrarrestar el discurso de odio, tanto en línea como fuera de línea, mediante la educación.

La conferencia se celebró el 26 de octubre de 2021 y de ella se extrajeron varias conclusiones que os resumimos aquí:

1. Implementar intervenciones educativas específicas destinadas a abordar explícitamente los discursos de odio en todos los niveles educativos, con una perspectiva de aprendizaje a lo largo de la vida. Esto incluye proporcionar a los alumnos y alumnas las habilidades y las competencias necesarias para pensar críticamente, adoptar un enfoque interseccional de la discriminación y desafiar las narrativas de odio y a quienes las promueven.
2. Diseñar y aplicar políticas que desarrollen competencias de ciudadanía digital, prestando la debida atención al aprendizaje social y emocional, que permitan a los alumnos y alumnas encontrar, acceder, utilizar, crear e intercambiar libremente información, navegando al mismo tiempo por el entorno en línea de forma segura y responsable.
3. Proporcionar un desarrollo profesional y una formación adecuados a los docentes y a los líderes escolares en todos los niveles de la educación, mediante un enfoque que combata la discriminación en todas sus formas, y que reconozca y aborde los prejuicios y los estereotipos.
4. Combatir los discursos de odio mediante intervenciones transversales y el fomento de pedagogías y enfoques que promuevan la diversidad y las perspectivas múltiples, así como el desarrollo de actividades extracurriculares.

Puedes consultarlas en su totalidad aquí.

Actividades para contrarrestar los discursos del odio

¿Cómo podemos empezar a trabajar todo esto? Sobre el papel todo es sencillo, pero a veces no sabemos cómo empezar para trasladarlo al aula. Una buena opción para empezar a situarnos es ojear esta guía, elaborada en 2016 por el Ministerio de Sanidad.

En ella se contextualizan los discursos del odio en Internet y se proponen 24 actividades adaptables a varios cursos con las que empezar a trabajar. Debates, simulaciones y análisis son solo algunas de las opciones que presenta esta guía, perfectamente explicadas y detalladas.

«Un día en el juzgado» es la primera de las actividades que presenta este manual. Según la estimación de los creadores, la actividad tiene una duración de unos 120 minutos y consiste en que el alumnado represente un juicio, fijándose en un caso real presentado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

Otra actividad interesante que propone la guía se titula «Participación en Internet», que consiste en ser conscientes de cómo interactuamos en Internet y en las redes sociales. Los y las participantes presentan cómo utilizan y participan en Internet. Identifican y valoran su nivel de participación y planean el papel que les gustaría adoptar en el futuro.

Películas contra el odio

Como siempre, el cine es otro aliado. Podemos proyectar algunas películas que nos den pie a reflexionar sobre el racismo, el discurso de odio y la discriminación.
Para los más pequeños, una opción de película para combatir la intolerancia puede ser Planet 51. 

El Capitán Chuck, astronauta estadounidense, se va en su nave espacial a descubrir un nuevo planeta. Al llegar, se encuentra con que los extraterrestres de allí no están dispuestos a recibir un alienígena terrestre con los brazos abiertos.

Para alumnado un poco mayor podemos utilizar Harry Potter, pero poniendo el foco en los muggles y cómo se les trata o se les considera desde ciertos sectores del colegio.

Para Secundaria podemos optar por Figuras ocultas, una película basada en hechos reales que narra la historia de tres mujeres de ciencia afroamericanas que trabajaron para la NASA en los 60. Participaron en una importante misión con la que Estados Unidos consiguió ganar la carrera espacial en la Guerra Fría.

Con todo este material podemos preparar ya actividades sueltas o también una secuencia didáctica para combatir los discursos de odio en nuestra aula, o incluso nos podemos plantear proponer un proyecto de centro al respecto.