Estrenamos hoy el mes de diciembre. Un mes marcado por los días festivos y la preparación ya de las fiestas navideñas. En un mes con tantos días de puentes o vacaciones, a veces, se hace difícil seguir el temario con normalidad, ya que el alumnado está más disperso y con la cabeza ya puesta en la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos.
¡Lo confesamos! Nosotros también estamos ya pensando en la Navidad y, por eso, hoy os traemos una publicación un poco diferente. Os proponemos que trabajéis en clase las recetas con vuestro alumnado y, para ello, os traemos un post con unas cuantas recetas de dulces saludables que podemos preparar estos días festivos.
Nuestra idea principal es que sean alimentos que gusten a todo el mundo, pero que no sean perjudiciales para la salud como los dulces industriales. ¿Cómo conjugamos esto con la clase de Lengua? ¡Pues, muy sencillo!
A continuación, te dejamos la receta de unas tortitas de desayuno o merienda hechas con fruta, harina integral y huevo, y otras de galletas de frutos secos para que puedas mostrar a tu alumnado como ejemplo. Además, ¡puedes animarles a prepararlas en casa! La idea es que leáis atentamente la receta, identifiquéis su estructura y sus elementos y planifiquéis los pasos para su elaboración:
1. Revisar qué ingredientes hay en casa.
2. Hacer la lista de la compra.
3. Ir a la tienda a comprar lo que se necesite.
4. Ponerse manos a la obra.
Una vez identificados todos los elementos de la receta, como son los ingredientes, el tiempo de preparación, el proceso de elaboración y conservación o reposo y la dificultad, debemos pedir a nuestro alumnado que redacte una receta que se elabore en su familia en días festivos. ¡Debe cumplir todos los requisitos! Puede ser dulce o salada, pero es importante que sea saludable.
Una vez escritas las recetas podemos leerlas en clase y, entre todas y todos, hablar de las costumbres de nuestras familias para los días festivos y compararlas. ¡Seguro que aprendemos mucho de la cultura y las tradiciones de los compañeros y compañeras con orígenes distintos al nuestro!
Receta de dificultad media.
Para cuatro tortitas:
Ingredientes:
40 gramos de harina integral de espelta o avena
1 manzana roja o verde
1 plátano
1 huevo
Un chorrito de aceite para engrasar la sartén
Para la decoración:
1 plátano
Canela
Preparación:
Pelamos y cortamos la manzana en trocitos muy pequeños y los ponemos en un recipiente apto para batidora. Hacemos lo mismo con el plátano. Agregamos la harina y el huevo, y batimos con la batidora hasta conseguir una masa homogénea, espesa y sin grumos. Si no nos queda espesa del todo, le añadiremos un poco más de harina.
En una sartén de tamaño medio ponemos un chorrito de aceite a calentar. Cuando esté caliente añadimos la medida de medio cazo en la sartén y la esparciremos para que la mezcla quede lo más redonda posible. Cuando empecemos a ver burbujitas en la parte de arriba es el momento de darle la vuelta.
Truco: Colocar un plato en la sartén y darle la vuelta para que caiga la tortita. Después, deslizarla otra vez por el plato hasta la sartén.
La dejaremos que se haga un poquito más por ese lado y la pondremos en un plato. Le añadiremos por encima el plátano cortado en trocitos y espolvorearemos, después, con canela.
También podemos variar los ingredientes de las tortitas con otros productos de temporada. Por ejemplo, en vez de manzana, podemos probar con calabaza asada. ¡Todavía salen más dulces!
Receta de dificultad baja.
Para cuatro o cinco galletas:
Ingredientes:
1 plátano maduro
40 gramos de harina de almendra o almendra molida
40 gramos de harina de avena o de espelta integral
Preparación:
Aplastaremos el plátano y lo mezclaremos con la almendra molida y la harina hasta que todo quede bien integrado y sin grumos.
Daremos forma a las galletas y las colocaremos en una bandeja sobre un papel de horno. Hornearemos durante 15 o 20 minutos a 200 grados.
Se recomienda que las pinchemos con un tenedor para asegurarnos de que están bien hechas por dentro.
Las dejaremos enfriar y ya tendremos unas galletas ricas y saludables para consumir cuando queramos.
Ambos productos, los podemos congelar y comérnoslos cuando nos apetezca.