Imagina vivir en un país donde te persiguen por tu identidad sexual, por tus creencias religiosas o por el color de tu piel. Imagina vivir con el miedo a sufrir en tus propias carnes la violencia de los demás por motivos políticos. Imagina lo que sería vivir en medio de una guerra.
Aunque a muchas personas nos parezca un escenario distante, esta es la horrible realidad a la que tienen que enfrentarse muchas personas alrededor del mundo. Más de las que puedas imaginar.
El 20 de junio se celebra el Día Mundial del Refugiado con el objetivo de dar visibilidad a las personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a conflictos armados o a la persecución violenta de su persona. Este día comenzó a celebrarse en el 2001, coincidiendo con el 50 aniversario de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados.
A lo largo de los años, se han utilizado diferentes lemas para celebrar el Día Mundial del Refugiado, y todos ellos tienen algo en común: la necesidad de protección de los refugiados, sin importar de dónde vienen ni cuándo lo hacen.
Son las personas que se ven obligadas a dejar su hogar por problemas graves en su país. Son personas que se trasladan porque su vida está en grave peligro. Pero… ¿cuáles pueden ser los motivos que lleven a una persona a tomar una decisión como esta?
Como hemos dicho antes, los conflictos armados y las persecuciones se encuentran entre los principales motivos. Persecuciones que vienen motivadas por prejuicios raciales, de identidad de género o sexual, o también sociales, religiosos o políticos.
La persona refugiada ha visto gravemente violados sus derechos humanos o ha vivido en un contexto en el que el orden público ha sido gravemente perturbado.
Según datos de ACNUR, en el mundo hay más de 108 millones de personas que han huido de sus casas, 35 millones de las cuales son personas refugiadas y, más de un 40 %, menores de 18 años.
Según este artículo de la CNN, un 68 % de los refugiados provienen de Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar. A su vez, los países que acogen a un mayor número de refugiados son Turquía, Colombia, Uganda, Pakistán y Alemania.
Por si los retos a los que se enfrentan los refugiados fueran pocos, son muchas las dificultades que encuentran también en el país de acogida: problemas para acceder a la atención médica, racismo por parte de las instituciones y a pie de calle, trastornos psicosociales o la exclusión del mercado laboral, entre otros.
A través del tiempo y de los continentes, un amuleto acompaña a las familias que buscan un lugar seguro donde poder vivir en paz. Pero… ¿cuándo acabarán su viaje? A veces, la acogida no es como esperaban. Acompañamos el exilio de distintas familias por el antiguo Egipto, Constantinopla y Europa, una historia antigua y a la vez muy actual. Una historia real que repasa las grandes migraciones de la historia desde el antiguo Egipto hasta la actualidad.
Refugiados es una historia de Ilan Brenman, el autor del exitoso álbum Las princesas también se tiran pedos. Se trata de un homenaje a todas las personas que, en cualquier momento de la historia, en cualquier lugar del mundo, se han visto obligadas a huir de su tierra y buscar un nuevo hogar.
Para llevar a cabo esta actividad, solo hacen falta recortes de entrevistas a gente refugiada, papel y boli.
Pasos:
1. En primer lugar, el personal docente deberá hacer una pequeña búsqueda de testimonios de refugiados en la prensa y hacer recortes.
2. Estos recortes se entregarán al alumnado el día de la actividad y se les invitará a leerlos en silencio.
3. Una vez que todos hayan terminado de leer los testimonios, se creará un espacio de debate y reflexión en torno a los problemas por los que han pasado los refugiados, los desafíos a los que se han enfrentado en su país y durante el recorrido hacia el país de acogida y los sentimientos y pensamientos que podrían tener.
4. Si aún queda tiempo, invítalos a crear un listado de acciones que, como ciudadanos, podrían llevar a cabo para apoyar a los refugiados y mejorar su acogida y su vida.
Este documental narra las dificultades a las que se enfrentan los refugiados sirios desde el punto de vista de los niños, desde la salida de su país hasta la llegada al país de destino, en muchos casos, hostil.
El simple hecho de mostrar una realidad a los más jóvenes puede servir para que se hagan una idea de la misma y despertar su empatía hacia una determinada situación. El Día del Refugiado es, sin ninguna duda, una buena oportunidad para reflexionar sobre el concepto de la solidaridad y su importancia.
