Es bastante común disponer de una gran cantidad de libros en nuestros hogares y en nuestras aulas, igual que nuestros alumnos, a su medida, con más ilustraciones que textos en muchos casos, pero también empiezan a tener una cantidad de libros a los que poder llamar ‘biblioteca’.
Como educadores, debemos tener el compromiso de enseñarles a cuidar sus pertenencias así como de inculcar el valor de la literatura y el conocimiento que aportan las páginas de un libro. Por ello, y para aprovechar estos días que tantas horas libres tienen, os planteamos la posibilidad de hacer sellos Exlibris, para que podáis proponerlo y que vuestros alumnos y alumnas tengan su propio sello particular.
Etimológicamente, exlibis proviene del latin “ex libris”, “de entre los libros”. Y se refiere a un sello, etiqueta o marca que se estampa en el reverso de la tapa de un libro con la intención de identificar su propiedad.
Es decir, con esta marca el libro muestra la pertenencia a una biblioteca, a un fondo concreto, a una familia o a una persona particular. Prácticamente cualquier criterio es apto para crear un exlibris identificativo. La gran mayoría de bibliotecas, tanto públicas como privadas emplean un sistema de exlibris, así como muchas bibliotecas de colegios, institutos y universidades.
Pero en este post vamos a trabajarlo a una escala algo menor, os proponemos hacer un sello personalizado para el alumnado, bien para la biblioteca de aula, o para la biblioteca particular que cada niño o niña pueda tener.
Si te consideras un buen bibliófilo sabrás el valor que tiene encontrar un libro viejo y descubrir que entre sus páginas hay más de una historia, la más obvia es la que aparece impresa en tinta en cada una de sus hojas, pero la otra historia es el propio libro. ¿Quién lo compró? ¿Dónde estuvo? ¿De qué han sido testigo esas tapas?
Esa segunda historia es innata al paso del tiempo y el exlibris nos da la oportunidad de formar parte de ella, diciendo que ese libro perteneció a nuestra colección en el siglo XXI. Es una forma no sólo de marcar los libros para indicar a otros que pertenence a determinada biblioteca, si no, también de contribuir a esa nueva historia que se construye desde que un libro sale de la imprenta.
Más allá de lo trascendental, si acostumbras a prestar y compartir libros, es una forma de que otras personas puedan identificarlo y retornarlo al finalizar la lectura.
También puede ser muy útil para los amantes de la lectura llevar un diario de lecturas como este, en el que dejar constancia al acabar de leerlo de determinados datos que puedan ser interesantes en un futuro. Este diario funciona como una pequeña guía del lector donde poder recordar datos como:
Como os comentábamos, en este blog especial para el profesorado queremos presentaros un taller sencillo que se puede hacer tanto en el aula como en casa, en función de la edad y desarrollo del alumnado.
Hacer un exlibris puede ser una tarea tan sencilla o compleja como se quiera. Pues un exlibris es una marca, que debemos reproducir lo más fidedignamente posible de un libro a otro, pero ese proceso puede ser a mano alzada, con un sello, con una pegatina, o como cada persona considere.
Un tipo de exlibirs muy apropiado para realizar con el alumnado de primaria. Se trata de un dibujo sencillo que contenga elementos diferenciadores, por ejemplo, si se trata de una biblioteca para una persona, dentro de ese dibujo pueden integrarse las iniciales de la persona o un atributo característico. Suelen ser marcas a un solo color, por lo que el color de esa marca ya puede ser un elemento diferenciador. Muchos exlibris contiene el nombre completo de la biblioteca a la que pertenecen pero eso puede recogerse en el mismo dibujo o bien puede sobreescribirse al finalizar.
Nos atrevemos con el nivel más experto. Indicado desde alumnos de secundaria a profesionales artistas plásticos especializados. Se trata de crear sellos mediante una técnica llamada carvado de sellos.
El carvado se puede realizar bien con planchas específicas para ello y gubias, o bien con un material más modesto como gomas de borrar y un objeto punzante tipo cutter. Con ello debemos representar y carvar, “excavar”, en la goma el dibujo deseado. Ese que simbolice algo representativo de la biblioteca y que contenga un espacio vacío para poder incorporar un texto a posteriori como el nombre de la colección o la fecha de entrada al fondo. Sobre modelos de exlibirs podemos encontrar mucha inspiración en espacios como pinterest, o lugares específicos de bellas artes.
En este caso no hay mucho que añadir, bastaría con adquirir un paquete o un rollo de pegatinas iguales que nos permitiera un espacio para poner el nombre de la biblioteca o persona a la que deba referenciar en la marca y pegarlo en tantos reversos de portadas como se considere, esta actividad puede ser una buena opción para poner en práctica en educación Infantil y primer ciclo de primaria.
¿Qué opinas? ¿Crees que le gustará a tus alumnos poder hacer su propio exlbris? ¿Qué opción te parece la más adecuada para tu clase?