El Día del Libro se celebra el 23 de abril en conmemoración del fallecimiento de Miguel de Cervantes y William Shakespeare, dos de las más grandes figuras de la literatura universal. Una oportunidad maravillosa para fomentar la lectura en el aula y despertar el interés del alumnado por los libros. En esta entrada, veremos algunas ideas para trabajar con motivo del Día del Libro.
1. Crea un rincón de lectura
Debe ser un espacio acogedor y que invite a la lectura, con cojines, una bonita decoración y, por supuesto, libros para todos los gustos. Es importante que el alumnado sepa que puede acudir a este espacio durante su tiempo libre y aprovecharlo para leer. Además, en el rincón se podrían compartir las lecturas con el resto de la clase y comentar qué les han parecido.
2. Lectura compartida en voz alta
Aprovechar las sesiones de Lengua para hacer lecturas compartidas en voz alta es otra buena opción. Esta actividad está pensada para hacerse, preferentemente, de forma grupal. El objetivo es trabajar algunas de las habilidades más importantes durante el proceso de lectura como la comprensión lectora, la atención hacia el texto o la expresión oral. ¡No dudes en aprovechar para recomendar autores y géneros literarios!
3. Concurso de cuentos
Aunque de primeras puede parecer algo difícil de organizar, en realidad es muy sencillo. Elige una temática o déjala a la elección del alumnado. Pon un máximo de palabras y deja que escriban, ya sea en casa o en su tiempo libre. Una vez tengan los textos escritos, se podría dedicar una sesión a leerlos en voz alta (así también aprovechamos para trabajar el punto anterior). El ganador puede ser escogido por el profesor, por votación o, si queremos darle un punto más divertido, con el popular «aplausómetro».
4. Booktubes
Internet y las nuevas tecnologías forman parte de la vida de nuestros jóvenes. Relacionar la lectura con este medio puede ayudar a despertar su interés hacia la lectura. La idea es muy sencilla: el alumnado deberá grabar un vídeo hablando de su última lectura o de alguna propuesta en clase. La actividad puede hacerse individualmente o de manera grupal.
5. Visita a la biblioteca
Las visitas siempre hacen que el alumnado esté más receptivo a la hora de adquirir algún tipo de conocimiento. Organiza una excursión a la biblioteca más cercana a tu centro para que el alumnado conozca sus instalaciones, aprenda cómo se organizan los libros y se enseñe a buscarlos. De paso, podríamos hablar con la persona encargada de la biblioteca para hacer el carné a toda la clase. Así podrán beneficiarse de los servicios de la biblioteca.
6. Actividad de dramatización
Si en tu centro se imparte la asignatura de teatro o alguna actividad relacionada con el arte dramático, el o la docente que la imparte puede ayudar en la realización de esta actividad. Los jóvenes deberían preparase un pequeño texto teatral (un monólogo, una escena o un relato corto) y teatralizarlo en clase. Es una buena manera de trabajar, además de la expresión oral, las habilidades de expresión no verbal.
7. Crear un club de lectura
Los clubes de lectura ayudan a estrechar lazos entre los asistentes. Se trata de un espacio en el que poner en práctica todas las ideas anteriores. ¡Ten en cuenta el nivel de lectura de los jóvenes interesados a la hora de crear los grupos!
Materiales:
¿Cómo lo hacemos?
Hacemos grupos de 4 o 5 personas. Damos a cada grupo una cartulina y rotuladores de colores. Pedimos a los estudiantes que escojan un género literario y que creen un listado con palabras relacionadas con el mismo. Deberán anotar las elecciones en la parte trasera de la cartulina. Entre todos los miembros del mismo grupo deberán decidir la frase inicial del cuento. Luego, pasarán la cartulina al grupo a su derecha, el cual deberá anotar una segunda frase para la historia. Siguiendo esta dinámica, y teniendo en cuenta las palabras clave escogidas, los grupos irán creando las historias entre todos.
Cuando el tiempo así lo decida, pediremos que cierren las historias. Una vez terminadas, se pueden leer en voz alta y colgar las cartulinas en la pared para que las lean.
Si quieres exprimir al máximo la actividad, puedes dedicar otra sesión para trabajar la ortografía de los textos. Empezando por la primera cartulina, pide al alumnado que detecte cuáles son las faltas ortográficas que hay y, una vez detectadas, explica por qué se consideran faltas y cómo se pueden solucionar.
Cómo hemos visto, el Día del Libro nos puede servir de excusa para trabajar muchísimos campos relacionados con la lectura y la escritura. Si nos ponemos creativos, hay multitud de opciones, cada cual más original, para trabajar en el aula con nuestro alumnado. Lo más importante, como siempre decimos, es que el alumnado se sienta motivado a abrir un libro, disfrutar de la lectura y que vivan como una experiencia divertida el compartir todo lo leído con el resto de compañeros y compañeras.
