La comprensión lectora es la adecuada interpretación de lo que quiere decir un texto, de su sentido y significado. La comprensión de un texto en toda su profundidad es fundamental para los alumnos, para su madurez y desarrollo intelectual.
Si un niño no es capaz de detectar las ideas más relevantes de un texto y relacionar conceptos, nunca tendrá un espíritu crítico, ni podrá profundizar suficientemente en los distintos temas de las diversas asignaturas.
El problema es que comprender de verdad un texto no es siempre tarea fácil, requiere de práctica y de aprender la técnica adecuada, algo que es recomendable empezar a enseñar y practicar desde Primaria. Por suerte, los maestros disponen de un instrumento muy eficaz para este menester: las fichas de comprensión lectora.
Las fichas de comprensión lectora son una herramienta de aprendizaje especialmente indicada para aquellos niños y niñas que no son capaces de desarrollar adecuadamente sus habilidades de comprensión lectora de un modo fluido y natural, a medida que interactúan con los textos.
En estos casos, las fichas de comprensión lectora actúan a modo de refuerzo eficaz, ayudando a los alumnos a identificar los mensajes escritos y aplicarlo en un contexto determinado.
Aunque existen muchos tipos de fichas de comprensión lectora, en todas podemos encontrar una serie de características comunes:
En el catálogo de Algar disponemos de material didáctico muy interesante, práctico, eficaz y totalmente enfocado a la enseñanza y práctica de una competencia fundamental como es la comprensión lectora.
Disponemos por ejemplo de Érase una vez…, una colección de lecturas sencillas y estimulantes escritas por autores de la talla de Carmen Gil, cuya experiencia y solvencia en el ámbito de los textos infantiles está más que demostrada.
El punto fuerte de este material es que las temáticas, y su nivel de dificultad, además de ser adecuadas para los distintos cursos y edades, están reforzadas por unas ilustraciones muy llamativas y representativas. Esto, sin duda, ayudará al niño a realizar con motivación e interés las actividades de comprensión lectora que acompañan a cada lectura, y que permiten comprobar el nivel de comprensión de los textos de cada chico o chica de manera individual.
Una cuestión que como docentes no debemos pasar por alto cuando trabajamos la comprensión lectora en Primaria y en otras etapas es enseñar a los alumnos, y potenciar en ellos, valores como el respeto a las ideas de los demás. Por este motivo, en el aula debemos hacer mucho hincapié en que los niños valoren lo que el resto ha deducido o comprendido tras leer un texto, aunque no coincida con lo que él haya entendido o con la interpretación mayoritaria.