Algar Editorial

Claves para tener una biblioteca de Educación Infantil completa

30 d'abril de 2020

La lectura es un instrumento fundamental en el proceso de desarrollo y maduración personal de los niños y niñas. De hecho, despliega un abanico de posibilidades para hacernos mejorar como personas y para abrirnos al mundo que nos rodea, desde pequeños: la buena literatura siempre nos proporciona conocimientos y nos ayuda a encontrar nuestra identidad y a consolidarla.
En el ámbito escolar, cabe destacar que el alumnado que lee conoce más vocabulario y expresiones, por eso entiende más rápidamente las explicaciones de los manuales escolares y también del profesorado. Así, si leemos cuentos a los más pequeños y pequeñas, éstos aprenderán a escuchar y a fijar la atención. Eso les ayudará a querer leer y escribir pronto y, además, saber escuchar es una costumbre de la que se beneficiarán durante toda su etapa escolar y durante toda su vida. Por eso, es vital mantener una buena biblioteca de aula.

 

¿Cómo debe ser una buena biblioteca de aula?

 

En función de la edad y del ciclo educativo al que vaya dirigida una biblioteca, se organizará con una metodología diferente, adaptada a cada etapa. No obstante, existen unas pautas comunes a todas ellas:
1) Debe estar dentro del aula pero en un lugar apartado del resto, un espacio tranquilo, acogedor, bien iluminado… Recordemos que los libros deben estar colocados al alcance del alumnado y exhibidos con la portada a la vista, ya que serán las ilustraciones las que capten su atención.
2) Debe ser un centro de investigación y servir de motivación para buscar, descubrir, informarse… En definitiva, debe fomentar y reforzar el interés del alumnado por conocer.
3) También debe ser un centro de recursos de conocimiento y materiales, así como un rincón socializador, de manera que su distribución debe fomentar las relaciones con los demás para aprender a utilizar este espacio con autonomía.
4) Debe ser un espacio que estimule el placer por la lectura. Además, debe estar bien ordenado y decorado, para lo que se pueden utilizar los propios trabajos del alumnado.
Recordemos, además, que las bibliotecas en el aula deben integrarse en los objetivos pedagógicos generales del centro y también tienen que responder a las necesidades del alumnado, adaptándose a su edad e intereses.

 

¿Por qué implementar una biblioteca en primaria?

 

Las bibliotecas de aula reportan numerosos beneficios para el alumnado. A los beneficios que les aporta la lectura, cabe sumarle el hecho de que estas bibliotecas favorecen situaciones de aprendizaje motivadoras que pueden ayudar al progreso individual y colectivo de los niños y niñas, en función de sus capacidades e intereses.
Además, estos espacios potencian la igualdad de oportunidades entre alumnado de diferentes medios socioculturales y socioeconómicos.
Por otro lado, el hecho de familiarizarse poco a poco con la organización de los recursos y materiales del aula les facilitará la búsqueda de información, de documentación y el aprendizaje a medida que crezcan y sus necesidades e intereses evolucionen y se vuelvan más complejos. Asimismo, esto favorecerá la adquisición de hábitos de consultan, base para el estudio y la investigación.
Además, la biblioteca del aula puede convertirse en un enlace entre el centro y la casa del alumno o la alumna, de manera que las actividades programadas a lo largo del curso escolar en torno a la biblioteca del aula pueden incitar a los niños y niñas a aumentar y cuidar su biblioteca personal.
Por supuesto, las bibliotecas de aula son una gran herramienta para desarrollar el gusto por la lectura del alumnado y, por lo tanto mantener un buen hábito lector en el futuro, a la vez que convierten el proceso de enseñanza en una actividad motivadora y atractiva.

 

Consejos para cuidar tu biblioteca de aula

 

Por último, te ofrecemos algunos breves consejos para conservar en buen estado tu biblioteca:

  1.  Ordena los libros en posición vertical.
  2. Deja unos centímetros entre cada volumen para que, al moverlos, no se deterioren las portadas.
  3. Ubica los libros de gran formato en posición horizontal.
  4. Coloca las estanterías alejadas de las paredes exteriores para evitar la humedad.
  5. Guarda los mapas y láminas en cajas o carpetas planos para prevenir dobleces.
  6. Pon marcapáginas al alcance del alumnado.
  7. Sólo se puede comer y beber en las áreas designadas, alejadas de los libros.

¿A qué esperas para poner en marcha tu biblioteca? ¡Es muy fácil y tus alumnos lo agradecerán!

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