¿Qué es un escape room?
Seguro has oído hablar o has participado en alguno. El escape room, o también conocido como juego de escapismo o el juego de la sala de escape, es uno de los juegos más populares entre jóvenes y mayores que desde hace unos años ha revolucionado la forma y edad de juego. Aquí disfrutan y aprenden todos sin importar su edad.
Un escape room es toda una experiencia, tanto para los alumnos como para los profes, y permite hacer más atractiva y lúdica la tarea del aprendizaje. Esta actividad promueve, dentro del aula, el trabajo en equipo y el aprendizaje cooperativo y, por otro lado, fomenta otras competencias importantes como la toma de decisiones, la resolución de problemas, la imaginación, la reflexión o el diálogo.
Este divertido pasatiempo para las aulas es un juego grupal donde los participantes se encuentran encerrados en una habitación, que puede estar ambientada en un castillo, un barco pirata, una pirámide egipcia o maya, una prisión, un planeta lejano e incluso una casa encantada (hay que tener imaginación). La localización dependerá de los objetivos que te hayas planteado antes de iniciar esta actividad en tu aula.
Una vez empieza el juego, los participantes deben colaborar entre todos para investigar y resolver los enigmas que les permitirán escapar de la habitación en un tiempo limitado. Si consiguen salir de habitación supondrá que han podido resolver los diferentes misterios en el tiempo acordado. De lo contrario, los jugadores quedan atrapados en la habitación.
1 hora / 1 equipo / 1 investigación
Existen salas donde practicar este juego, pero lamentablemente, en las salas de escape room no caben tantas personas, ya que los grupos suelen ser reducidos. Pero, ¿y si trasladas el juego a tu aula de clase?
Los famosos escape rooms pueden sorprenderte con los escenarios, con el humo, los efectos sonoros, los láseres, las puertas secretas e incluso con los personajes secundarios que asustan y aportan pistas necesarias para poder escapar… ¡Pero somos conscientes que recrear este tipo de ambiente no es tarea fácil!
Pero, en Algar tenemos buenas noticias. No existe ningún motivo que te impida crear un escenario temático para tus alumnos de forma fácil y económica.
Entonces, ¿qué se necesita para hacer un escape room atractivo en el aula?
1. Identifica los recursos de los que dispones.
Para empezar, debemos valorar los recursos con los que contamos para llevar a cabo esta actividad. Debes plantearte cuántos espacios del centro, además de tu aula, puedes utilizar y cuántos profesores de otras aulas o cursos quieren participar en esta dinámica. También es muy importante fijar el tiempo que dispondremos para poder realizar esta actividad, ya que según el tiempo que podamos destinar podremos hacer una actividad más o menos completa.
Un escape room bien hecho lleva tiempo, ya que es necesaria una planificación tanto del contenido como de la historia que queremos contar.
2. Elige un tema acorde a tu asignatura o al objetivo de la actividad.
El escape room es la actividad perfecta para acercar a tu alumnado aquel contenido que les sea más difícil o complicado de asimilar. Esta herramienta potencia el aprendizaje significativo y mejora la retención de conceptos gracias a los beneficios del aprendizaje basado en la experiencia.
Pero recuerda, el contenido que elijas trabajar en esta sesión será el protagonista de todos los enigmas y todas las pruebas que irán descifrando durante la experiencia.
3. Selecciona una temática que motive al alumnado a participar.
Este paso es muy importante. Debes escoger una forma práctica e inteligente de contar la historia, pero es mucho más importante saber qué historia vas contar. Esta historia debe ser atractiva y motivar a tu alumnado a participar. Hay muchas opciones y seguro que encuentras la más adecuada para tu aula. Puedes contar una historia de zombies, de una casa encantada, un castillo de vampiros, una sala de detectives, una prisión en un antiguo templo… Aquí la creatividad no tendrá límites.
4. Organiza los espacios en función de tu historia.
Una vez sepas a ciencia cierta los espacios del colegio de los que dispones para esta actividad, debes organizar el contenido de cada espacio. Es decir, si vamos a realizar un escape room de lengua, cada espacio debe tener un objetivo de enseñanza como, por ejemplo: aula 1 complemento directo, aula 2 complementos indirectos, etc. Esto debe variar en función de lo que queramos trasmitir o enseñar.
5. Planifica toda la sesión, que no se te escape nada.
Antes de iniciar la sesión de juego debes tener claros los contenidos. Estos deben estar estructurados por espacios y deberás pensar en enigmas para resolverlos. Aquí todo vale, así que échale imaginación.
6. Busca enigmas en los que sea necesario utilizar la lógica y la memoria.
Utiliza puzles, letras descolocadas, jeroglíficos, rompecabezas… Debemos tener en cuenta que durante esta actividad estamos activando procesos cognitivos relacionados con la memoria, las funciones ejecutivas, las habilidades sociales y la atención. Hay que aprovechar al máximo esta sesión.
7. Ten claro el objetivo del juego.
Este paso es muy importante y necesario para que el juego sea coherente. Aquí debes responderte a la pregunta: ¿Qué debemos lograr durante esta sesión de escape room?
Por ejemplo, si tu sesión está inspirada en una prisión, el objetivo será superar todas las pruebas o acertijos para encontrar la llave que te permita salir de allí.
8. Crea espacios atractivos. Dedícale tiempo a la escenografía.
Aunque sea el último punto, este es el que hará que tu actividad sea inolvidable para tu alumnado. Debes intentar, en la medida de los posible, que los espacios que has seleccionado para la actividad sean lo más reales posible. Decora los espacios, disfraza a profesores, elige sonidos de ambiente… En este punto más, es más; todo suma.
Ideas de enigmas para diseñar tu propio escape room.
Gracias a la resolución de enigmas, los participantes de un escape room llegarán a la salida y obtendrán un retorno instantáneo de la actividad. Aquí los enigmas son muy importantes. Por eso, desde Algar queremos daros algunas ideas de enigmas que van a sorprender y divertir a tu alumnado:
• Escribe una palabra en un folio al revés. Deja cerca un espejo y… ¡magia!
• Utiliza algún acertijo para que tengan que descubrir dónde está escondida una de las pruebas.
• Los candados y las cajas fuertes son tus mejores amigos. Utilízalos para realizar enigmas con números y que tengan que descubrir la numeración correcta.
• Invéntate un abecedario de símbolos. Cada símbolo, identifícalo con una letra de nuestro abecedario. Escribe una palabra con los símbolos en un papel y esconde el abecedario de símbolos por el espacio. ¡Tendrán que encontrarlo para descubrir la palabra!
• Utiliza libros para esconder palabras o combinaciones: rodea o subraya letras o números para que descubran la combinación correcta.
¿Estáis preparados para escapar?