Una fuente de referencia sobre los el hábito de leer es el informe que publica la Federación de Gremios de Editores de España. Vamos a fijarnos en los resultados del barómetro del año 2018, el del 2019 y el que se centra en los meses de confinamiento del 2020. Los dos primeros informes nos darán una perspectiva sobre los hábitos de lectura en niños y jóvenes y los diferentes factores que pueden intervenir en su evolución. El de 2020, si bien no refleja unos cambios que se podrían extender a largo plazo, nos recuerda con cifras palpables el valor incalculable de la lectura.
Según las cifras del estudio de 2019, los niños son lectores habituales. En un 83,6% de hogares con menores de 6 años, se lee a estos niños. Por otra parte, un 86,8% de los niños entre 6 y 9 años son lectores frecuentes. En cuanto a los adolescentes, la franja entre 10 y 14 años tiene un porcentaje de 77,1% de lectores regulares.
Lectura de libros en tiempo libre. Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España. FGEE y Conecta (2019)
No obstante, hay una disminución significativa de lectores frecuentes entre los 15 y los 18 años, bajando a un 49,8%. El barómetro de 2018 nos ofrece más variables que no se valoran en el del 2019 y que también vale la pena tener en cuenta: el uso de la biblioteca en adolescentes caía a partir de los 15 años, así como las actividades de animación a la lectura en los institutos. Durante la educación primaria y los dos primeros cursos de secundaria, un 84,1% de los alumnos participaban en actividades entorno a la lectura, mientras que a partir del tercer curso de la ESO el número de participantes se reducía a un 58,2%. Estas cifras nos tendrían que servir para detectar en qué etapas deberíamos seguir potenciando la lectura entre nuestros alumnos, sin dejar de lado sus intereses, los nuevos formatos de lectura y canales. Asimismo, desde los institutos deberíamos reforzar la presencia de las bibliotecas en los barrios, al igual que se hace en infantil y primaria.
Animación a la lectura. Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España. FGEE y Conecta (2018)
Volviendo a los resultados de 2019, si tenemos en cuenta que nuestro alumnado de primaria y secundaria lee entre 3 y 6 libros de lectura por curso escolar, podemos extraer que los adolescentes leen por cuenta propia un buen número de libros al año: los jóvenes de entre 10 y 14 años leen una media de 12,8 libros al año y los de 15 a 18 años, una media de 10,5. El hecho de que lean por iniciativa propia es un dato por el que podemos alegrarnos. Aun así, no podemos dejar de fomentar la lectura, y más si tenemos en cuenta que hay una correlación entre nivel de estudios finalizados y la ratio de lectores, una brecha que podemos ayudar a cerrar desde la educación primaria y secundaria.
Índice de lectores en España. Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España. FGEE y Conecta (2018)
Probablemente nuestros jóvenes lean más que nunca, pero de forma diferente. Según el estudio de 2018, el rango de edad comprendido entre los 10 y los 18 años es el sector de población que lee más páginas web o textos de redes sociales, un tipo de lecturas con dinámicas diferentes a los libros tradicionales, pues intervienen factores como la interactividad, la dependencia de lo visual y la oralidad de los textos.
Según el estudio del 2020, los adolescentes de entre 14 y 17 años leyeron un 9% más y los menores de 6 años, ayudados por sus padres, también leyeron más. Además, para un 70% de los encuestados, a los menores de 14 años la lectura les influyó de manera positiva durante el confinamiento, ayudándoles a evadirse y distraerse. No cabe duda de que la lectura sigue teniendo un gran poder para estimular la imaginación, para ayudar a comprender el mundo que nos rodea y para conocerse mejor, beneficios que ya conocíamos y que la pandemia nos ha recordado.
El hecho de que el número de lectores habituales menores vaya en aumento con respecto a los años anteriores es un dato muy positivo. No obstante, los centros educativos tienen el reto de educar en la lectura en un contexto muy cambiante. Si bien ya hemos entendido que la tecnología y las nuevas habilidades relacionadas con ella tienen que formar parte del currículum educativo, también deberíamos de aplicar esta lógica a las nuevas prácticas de lectura y, al mismo tiempo, ofrecer a los alumnos experiencias de lectura más reposadas, reflexivas y profundas (sea en un formato/soporte u otro) que contrarresten con las que ellos consumen a través de las redes sociales y las páginas web.
Fuentes:
• https://www.gremieditors.cat/wp-content/uploads/2020/02/200221PRE-FGEE-Ha%CC%81bitos-lectura-presentacio%CC%81n.pdf
• https://www.federacioneditores.org/img/documentos/210220-notasprensa.pdf
• https://www.editoresmadrid.org/wp-content/uploads/2021/02/Barometro-de-Habitos-de-Lectura-2020-FGEE.pdf
• https://www.editoresmadrid.org/wp-content/uploads/2020/07/ESTUDIO-El-Papel-del-libro-y-la-lectura-durante-el-confinamiento-2020.-FGEE.pdf
• https://www.federacioneditores.org/lectura-y-compra-de-libros-2018.pdf