Para entender bien que es la lectura compartida en cooperativo, primero tenemos que hablar de las estructuras. Uno de los conceptos básicos dentro del aprendizaje cooperativo son las estructuras, que son formas de interacción entre los miembros de un equipo. Cuando añadimos contenido curricular a una estructura, obtenemos lo que se denomina una actividad cooperativa. Hay unas 200 estructuras diferentes englobadas dentro de distintos grupos en función de lo que se quiera trabajar. La lectura compartida forma parte del grupo de estructuras básicas y no se limita a trabajar únicamente la comprensión lectora, sino que va mucho más allá.
Como ya hemos dicho, la lectura compartida es una estructura cooperativa básica que, por su metodología, es aplicable a todas las materias y también a todos los cursos. Te permite trabajar la comprensión de cualquier clase de texto y también fomenta la participación, la interacción entre el alumnado y la responsabilidad individual. Por todo ello, nos referimos a la lectura compartida como una potente herramienta dentro de las estrategias de comprensión lectora en educación infantil, primaria y secundaria.
Su funcionamiento es muy sencillo, pero requiere una preparación previa. Te recomendamos seguir los siguientes pasos para aplicar la lectura compartida en el aula.
1- En primer lugar, es necesario establecer un límite de tiempo, así, además de conseguir que la actividad no se alargue excesivamente, evitamos que el alumnado se disperse.
2- También conviene dividir la clase en grupos heterogéneos de cuatro miembros y separar la lectura en partes equitativas.
3- Una vez realizadas las tareas previas, la lectura compartida consta de cuatro turnos con tres roles diferentes como en el esquema de la imagen inferior. En un primer turno, el alumno/a 1 lee en voz alta el primer fragmento de texto. Cuando termina, el alumno/a 2 tiene que explicar o resumir la lectura. Los alumnos/as 3 y 4 se encargan de valorar la aportación del alumno/a 2 y de corregirla, si es necesario. En el turno siguiente, el alumno/a 2 lee el fragmento siguiente en voz alta, el alumno/a 3 resume o explica lo que acaba de decir, y los alumnos/as 4 y 1 lo corrigen o lo completan. Este procedimiento se repite hasta que finalicen de leer todo el texto.
«Todos y todas tienen un papel activo en el desarrollo de la actividad (leer, escuchar, resumir, explicar, corregir y opinar). Se favorece la cooperación y la cohesión de grupo.»
Existe una variante de la lectura compartida en aprendizaje cooperativo, se denomina lectura por parejas. En esta modalidad, un miembro de la pareja lee el primer párrafo y, cuando termina, tiene que resumir o explicar lo que acaba de leer.
El otro miembro se pone en el papel de docente y valora si lo que ha dicho el compañero o compañera es correcto o no, y lo corrige, si es necesario. Después, se intercambian los papeles hasta terminar la lectura de todo el texto.
Como ya estarás imaginando, uno de los aspectos más importantes de utilizar este tipo de estructuras cooperativas en el aula es que permiten profundizar la comprensión lectora, ya que tu alumnado, además de leer todo el texto, tiene que comprenderlo para poder sintetizarlo y también para corregir el resumen. Todos y todas tienen un papel activo en el desarrollo de la actividad (leer, escuchar, resumir, explicar, corregir y opinar). También favorece la cooperación y la cohesión de grupo. Además, el hecho de sustituir la clase magistral por la clase colaborativa, tal y como ocurre con cualquier estructura cooperativa, implica que cualquier alumno/a tenga un papel imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El rol del docente en la lectura compartida es diferente del papel que tendría en la lectura tradicional de un texto. Tanto en la estructura de la lectura compartida como en la de la lectura por parejas, tienes que supervisar cada uno de los grupos o parejas que se hayan formado, ayudarles, asesorarles y resolver las dudas que puedan ir surgiendo a lo largo del desarrollo de la actividad, pero el objetivo es que tu alumnado, por sí mismo, vaya avanzando en la lectura y profundizando en la comprensión del texto. En otras palabras: tienes que convertirte en un auténtico guía para tu alumnado. Así de sencillo y así de mágico.