El aprendizaje cooperativo cambia la forma tradicional de trabajar en las aulas. Este tipo de enseñanza otorga al alumnado un papel más relevante dentro de su proceso de aprendizaje y el de sus compañeros al alterar el sistema de evaluación clásico.
Estamos acostumbrados a que sea el profesorado el único que evalúa al alumnado (sistema tradicional de aprendizaje), pero esta manera de valorar las tareas es insuficiente a día de hoy. La evaluación bidireccional cambia los paradigmas de calificación y hace partícipe al alumnado.
En el aprendizaje colaborativo, la evaluación se divide en tres fases: en primer lugar, la coevaluación se produce cuando todos los miembros de un mismo grupo se evalúan entre sí, es decir, todo el mundo evalúa a sus compañeros según su criterio. En segundo lugar, la autoevaluación se produce cuando el profesorado solicita al alumnado que, de una forma objetiva, valore su propio aprendizaje en el aula. Por último, el profesorado evalúa al alumnado de forma general (como grupo) y de forma individual teniendo en cuenta los resultados de las dos fases anteriores.
Con este sistema de evaluación se pone en valor el trabajo en equipo, la multidireccionalidad, la autonomía y responsabilidad del alumnado, lo que permita implantar disciplinas grupales que fomenten el aprendizaje colaborativo. Un claro ejemplo de esto es la eficacia de la estrategia de aprendizaje colaborativo de la lectura compartida, un tipo de actividad que fomenta la interacción y la colaboarción entre los miembros de un equipo a la hora de enfrentarse a un texto escrito.
La lectura compartida es una técnica que puede aplicarse en cualquier materia y también en cualquier grupo. Sirve para trabajar la comprensión de cualquier tipo de texto a la vez que se fomenta la participación, la interacción y la responsabilidad individual. Aquí todo el alumnado tiene un papel activo en el desarrollo de la actividad, ya que todos deben leer, escuchar, resumir, explicar, corregir y opinar.
El funcionamiento de la lectura compartida es muy sencillo, hay que dividir la clase en grupos heterogéneos de cuatro miembros y dividir la lectura en partes equitativas. Cada miembro del equipo tiene una tarea asignada y estas van rotando hasta que todos han desempeádo todas las tareas.
En el primer turno, el alumno 1 lee en voz alta el primer fragmento de texto asignado. Cuando acaba, el alumno 2 debeexplicar o resumir la lectura. Los alumnos 3 y 4 evalúan y corrigen, si es necesario, la aportación del alumno 2. En el turno siguiente, las posiciones rotan, y el alumno 2 es ahora quien lee en voz alta el texto que se le ha asignado, el alumno 3 quien explica y resume la lectura y los alumnos 4 y 1 quienes corrigen o felicitan al alumno 3. Este proceso se repetirá hasta que todos los miembros del grupo hayan leído en voz alta el texto que se les ha asignado previamente.
Este tipo de metodología mejora la comprensión lectora del alumnado, ya que no solo deben leer el texto, también deben comprenderlo para posteriormente resumirlo o corregir el resumen. Aquí todos y todas tienen un papel activo dentro de la actividad (leer, escuchar, resumir, explicar, corregir y opinar). Pero esta no es la única ventaja, ya que también permite la cooperación y cohesión del grupo y posiciona al alumno en un rol imprescindible en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
En este tipo de actividades, el profesor solo debe formar los grupos y asesorar y resolver dudas del alumnado en cuanto al desarrollo de la actividad. El objetivo de esta técnica es que el alumnado avance en la lectura su capacidad y profundice en la comprensión del texto.
Otra actividad similar a esta serían los círculos de lectura. Esta técnica se asemeja a los clubs de lectura de adultos, donde el objetivo principal es compartir los diferentes puntos de vista sobre un concepto, un pasaje o sobre la totalidad del texto fomentando la cooperación entre los integrantes del círculo.
Como hemos observado, el aprendizaje multidireccional aporta múltiples beneficios en la formación del alumnado y permite a los jóvenes adquirir aptitudes muy necesarias para su futuro laboral, ya que hoy más que nunca el trabajo en equipo es primordial para obtener buenos resultados.
Desde Algar queremos ofrecerte una selección de lecturas para aplicar esta metodología de aprendizaje en tu aula y mejorar la capacidad de comprensión de tu alumnado con lecturas seleccionadas según sus intereses, temario y edad. También puedes visitar nuestro catálogo de lecturas y seleccionar aquellas que tu consideres.
Para los más pequeños del centro (de 6 a 9 años):
-Los fantasmas no llaman a la puerta
-La niña que solo pudo llevarse una cosa
Para los que ya no son tan pequeños (de 10 a 11 años):
Para los adolescentes (de 12 a 16 años):
Para los más mayores del centro (de 16 a 18 años):